Imaginemos: en una localidad madrileña se inaugura un Centro de Mayores y le piden al Servicio Público de Empleo que difundan la oferta. De la multitud de personas que se inscriben, cuatro jóvenes “nos narran” su historia.
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PEDRO es un joven impaciente que decide abandonar el sistema educativo y buscar trabajo. De no haber acabado la ESO, siempre le habría quedado la Formación Profesional Básica (FPB), la Enseñanza Secundaria de Adultos (ESA) las pruebas libres de los ciclos formativos o las pruebas libres de la propia ESO.
Pedro titula y solicita una plaza en el Centro de Mayores. La oferta es: un contrato de Formación y Aprendizaje de Ayudante de Oficios Varios.
Los costes totales de su educación suponen más de 60.000€. Como no tiene ninguna especialización, es probable que lo contraten en Formación y Aprendizaje, un tipo de contrato que todavía cuesta al Estado además unos 4.000€ (si dura el tiempo medio de este tipo de contratos en el periodo). Más de la mitad del total de los demandantes de empleo son como Pedro (han terminado sus estudios en los Obligatorios). La suerte de este grupo de personas es que también la mitad de los contratos iniciales se les realizan a ellos, sobre todo en Hostelería. Por desgracia, el 29,1% de todos los contratos duran menos de 7 días.
VERA es una chica a la que no le gusta mucho estudiar, pero tiene ilusión por trabajar en algo que tenga que ver con los Servicios a la Comunidad. Decide, tras la ESO, hacer una FP de grado Medio. En ella se logra una titulación de Técnico. Hay una oferta de 150 títulos en 26 familias profesionales. Su duración es de dos años. Una buena parte de su instrucción es práctica, con dos modalidades: la Formación en centros de Trabajo (FCT) y la Formación Profesional Dual (con un mínimo de 33% de las horas de formación total del ciclo).
Al acabar sus estudios de Técnico en Atención a Personas en situación de Dependencia, solicita una plaza en el Centro de Mayores. La oferta es: una plaza de Auxiliar de Ayuda a domicilio a través de un contrato en Prácticas.
Sus estudios han costado casi 75.000€. Por ley no se le puede hacer un contrato en Formación, como a Pedro, pero sí en Prácticas. Este tipo también es costoso para el estado, aunque menos: cerca de 1.000€ (siempre que dure el tiempo medio del periodo para su especialidad). Solo 7 de cada 100 son demandantes de empleo con esta titulación, pero protagonizaron casi un 6% de los contratos iniciales, sobre todo en Sanidad y Servicios Sociales. El problema es que, como a Pedro, el 31,3% de los empleos duraron menos de 7 días.
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GERMÁN es un chico competitivo, pero no ansía ir a la Universidad, así que decide sacar el bachiller y estudiar una FP de grado Superior en Dirección de Cocina. Logra una titulación de Técnico Superior. La oferta de titulaciones es idéntica a la anterior, su duración y su estructura práctica es análoga. Al acabar, se presenta a una plaza en el Centro de Mayores. La oferta es: una plaza como Cocinero con contrato en Prácticas.
Con Germán se elevan los costes educativos a más de 85.000€. Su contrato en prácticas, al igual que el de Vera, supone una inversión estatal cercana a los 1.000€ (si se mantiene contratado durante el tiempo medio para su especialidad). Hay bastantes menos demandantes desde esta titulación frente a los anteriores: un 5,96%. Y poco más de 600.000 contratos iniciales (2,99%), fundamentalmente en la Industria manufacturera (por ejemplo, armadoras de automóviles, embotelladoras de refrescos, empacadoras de alimentos, laboratorios farmacéuticos y fábricas de juguetes). Los contratos de menos de 7 días suponen el 27,9%.
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MARÍA siempre ha querido estudiar una carrera universitaria. Realiza su bachiller (podría haber terminado también una FP de grado Superior con Germán) y estudia un Grado de Enfermería. Hay un total de 83 universidades (impartiendo docencia 81) en España. Existen 2.940 grados y 577 dobles titulaciones. Los estudios se dividen en tres ciclos: Grado, Máster y Doctorado. Desde cualquiera de ellos se puede acceder a un puesto de trabajo, puesto que habilita para ello. Al acabar, María solicita una plaza en el Centro de Mayores de Madrid. La oferta es: una plaza de Enfermera con contrato en Prácticas.
El estado ha invertido en ella casi 94.000€. También puede aceptar un contrato en Prácticas y ello supondría más de 1.300€ de inversión estatal añadida (si su contrato se mantiene el tiempo medio de su especialidad). Solo un 3,53% de los demandantes son universitarios, como María, y reciben casi tres de cada 100 contratos iniciales, sobre todo en Sanidad y Servicios Sociales. Pero el nivel de duración de los contratos de menos de 7 días llega al 30,1%.
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Para poder realizar una comparación equitativa, decidimos que todos tuvieran un destino común: un Centro de Mayores. De esta manera, todos se acogerían al mismo convenio laboral: mismas condiciones económicas de los contratos.
Se reflejan los datos del periodo entre julio de 2016 y junio de 2017 (un año tras finaliza sus estudios).
¿Qué es un contrato en Formación y Aprendizaje?
Es un instrumento destinado a favorecer el empleo juvenil, ya que solo se puede realizar a personas entre 16 y 25 (hasta 30 mientras que la tasa de desempleo esté por encima del 15%), sin ninguna cualificación (Educación General o ESO). Supone una reducción de las cuotas empresariales al 100% para empresas de menos de 250 trabajadores y del 75% para empresas de más de 250 trabajadores. Y recibe bonificaciones para la formación. Si se transforma en indefinido recibirá, además, una bonificación en las cuotas de la Seguridad Social durante 3 años de 1500€ o 1800€ para mujeres.
¿Qué es un contrato en Prácticas?
Sirve al objeto de que el trabajador obtenga la práctica profesional necesaria para el nivel de estudios cursados. Cuando el contrato se concierta con un menor de 30 años o menor de 35 (si tiene reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33%), se tendrá derecho a una reducción del 50% de la cuota empresarial a la Seguridad Social por contingencias comunes correspondiente al trabajador contratado durante la vigencia del contrato. Las conversiones en contratos en indefinidos a tiempo completo o a tiempo parcial tendrán derecho a una bonificación en las cuotas empresariales a la Seguridad Social, consistente en 500€/año, durante tres años. Si el contrato se hubiera celebrado con una mujer será de 700€/año.
De todos ellos, solo Germán tiene más posibilidades de ser contratado de manera indefinida, pero solo es un 11,3% del total de contratos de su nivel educativo. Le sigue María con un 11,1%. Tras ella, Pedro con un 8,2% y, finalmente Vera, estando más cualificada que Pedro, con un 7,8%.
Debajo de estas líneas ofrecemos cada historia con sus datos. Pulse sobre cada imagen para ampliar.
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En la parte inferior de la página, se puede consultar el total de contratos realizados en el periodo estudiado.
LOS CONTRATOS REALIZADOS
Fuente: SEPE
Compruebe en las barras cuántos contratos se realizaron durante el periodo según el nivel de estudios de cada estudiante, cuánto duraron y en qué actividad económica tuvieron más posibilidades de ser contratados.
Fuente: SEPE / Meli López